Convierte tu restaurante en el mejor: comienza por la seguridad alimentaria.

Si tu labor es administrar un restaurante, si eres el propietario de un bar, si eres el metre del mismo, tomas nota de las mesas, gestionas a todo el personal o simplemente eres un manipulador de alimentos, este artículo es para ti. Tú y todos los demás que trabajáis en el restaurante, o en un bar o cafetería, tenéis un importante trabajo de relaciones públicas del que puede que ni siquiera seáis conscientes. Así que convierte tu restaurante en el mejor: comienza por la seguridad alimentaria.

Restaurante, seguridad alimentaria

Seamos realistas, gestionas muchísimas cosas. Demasiadas. Trabajas duro para que cada día se preparen y sirvan la mejor  comida, el mejor café, el desayuno del cliente de cada día, en el ambiente perfecto.

A su vez, como autónomo, empresario, asalariado, tienes que pensar en la reputación de tu negocio, en la seguridad de tus clientes y en cómo están conectados los dos de una manera que puede hacer crecer o caer un negocio como tu bar o restaurante.

Hay algunas infecciones causadas por microorganismos que pueden acabar causando una enfermedad de transmisión alimentaria tanto a tu equipo, tú tampoco te librarías, como a tus clientes. ¿Crees que esto es una broma? En el mundo, la ONU estima que se producen 600 millones de intoxicaciones alimentarias. Te ponemos dos ejemplos, aunque hay muchos más:

Consecuencias de una infección alimentaria para tu establecimiento hostelero.

Te hemos contado los efectos que provocan las toxiinfecciones alimentarias sobre la salud. En Europa, cada se estima que cada año hay 40000 toxiinfecciones alimentarias, que acaban por provocar unas 3000 hospitalizaciones. Pero, ¿cuáles son las consecuencias para tu negocio? Algunas estimaciones ponen el costo de las enfermedades relacionadas con los alimentos en los EE.UU. entre 152000 millones y 14000000 millones anuales. Y todo comienza con un empleado infectado, un manipulador de alimentos que no recuerda las recomendaciones que recibió durante su formación. Ese alguien puede acabar pasando la enfermedad a un número incalculable de clientes.

Si sucede, pensarás que ninguno de tus clientes hizo nada para merecer una intoxicación alimentaria, no tenía por qué saber nada de seguridad alimentaria. Tu cliente afectado también lo va a pensar. Cuando se recuperen, puedes estar seguro de que le dirán a todo el mundo que saben o sospechan que la comida que les serviste les hizo enfermar. Puede que acaben por colgar críticas en portales muy populares como El tenedor o Trip advisor. Esto puede suponer el fin de tu negocio. Incluso puedes tener que ocuparte de pleitos en los juzgados.

Experiencia personal: la infección alimentaria en mis carnes.

Aún recuerdo, y esta experiencia es verídica, mi primer aniversario de bodas. Fuimos a cenar a un conocido restaurante no muy lejano, y cuyo nombre obviaré. Mi mujer y yo comimos un atún, supuestamente fresco. Al rato comenzaron a hincharse nuestros párpados y labios y comenzamos a sufrir una horrible diarrea acompañada de rubefacción. Acabamos en el centro de salud con una inyección en nuestras nalgas.

El día siguiente llamé al restaurante para comentar lo sucedido y el gerente no tuvo la decencia de ni siquiera pedir disculpas. Sólo hemos vuelto una vez allí y fue por un compromiso ineludible. Pero, como podéis imaginar, hicimos público y notorio lo sucedido para que la gente supiera con quien se la jugaba. Con los años he pensado que quizás debimos poner una reclamación oficial. ¿Ves? Es así de fácil.

La solución: Prevenir con la seguridad alimentaria.

Todo el personal de tu restaurante tiene que entender conceptos tan básicos como el lavado de manos o los peligros que entraña la contaminación cruzada. Aunque parezca que quiero venderte formación, no es sólo mi negocio. Como empresario tienes la obligación de mantener a tu equipo correctamente formado, y de modo continuado.

Tu equipo tiene que saber dónde se encuentran los contaminantes, cómo pueden estropear la comida y qué medidas pueden tomar para minimizar y eliminar estos riesgos. La mejor manera de hacer esto es realizando, cada cierto tiempo (te recomendamos que como máximo cada 4 años) cursos para manipuladores de alimentos.La mejor cafetería

Ya sabes lo que dice el refrán: más vale prevenir que curar. Y nada impide la contaminación como una formación adecuada en seguridad alimentaria. En estos cursos tus trabajadores, y tú, podéis aprender cosas tan útiles como:

  • Almacena alimentos potencialmente peligrosos a la temperatura correcta (por debajo de 5 ° C o por encima de 70° C).
  • Mantente alejado de las áreas de comida y preparación si estás enfermo (especialmente si tiene diarrea, vómitos o fiebre). Lo ideal sería que no fueras a trabajar.
  • Lávate las manos adecuadamente.
  • Utiliza guantes y utensilios mientras manejes alimentos listos para comer.
  • Lava, enjuaga y desinfecta todo el equipo utilizado para la preparación de alimentos, mesas, menús y cubiertos.
  • Asegúrese de que todos estén lavándose las manos y secándolos con una toalla de papel, no en el delantal ni en la ropa.
  • Asegúrate de que todo el mundo tome el tiempo necesario para hacer las cosas de forma segura. Sé que muchas veces hay prisas, pero, no son buenas compañeras.
  • Asegúrate de que todo el personal conozca los peligros inherentes a la actividad que desarrollas y que saben cómo manejarlos. Puedes comenzar con carteles que ilustran la reducción de riesgos. Estos son fáciles de entender, informativos, llamativos y fáciles de memorizar. Si necesitas ayuda con su diseño, podemos ayudarte.
  • Enseñar a todo el personal, incluso a las personas que no manejan los alimentos, es crucial. También es importante asegurarse de que hay consecuencias por no hacer lo correcto. Una vez que todo el personal en el personal tiene la certificación adecuada y la formación, puedes presumir de ello en tu web, en tu menú y en todas tus Pero el mayor beneficio vendrá de las cosas que nunca se dirán de ti: ni una mala reseña en la web, ni una mención acerca de enfermar después de una comida. Y, por supuesto, evitar el peor de los casos, el cierre por los inspectores de Sanidad será un peligro para tus competidores, no para tu negocio de hostelería.

Toma mando en la creación de una cultura de seguridad alimentaria en tu negocio. No sólo estarás haciendo de tu restaurante un lugar más seguro, sino también un lugar más exitoso y confiable para tu comunidad de clientes.

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